Ya llevamos 4 días en Israel. Esta vez hemos decidido tener como base la ciudad de Tel Aviv, una ciudad diferente a todas y donde se respira un aire de esperanza, pero donde también es latente el estado de alerta y desconfianza en que las cosas pueden cambiar en cualquier momento (leer también los blogs anteriores de Tel Aviv y Jerusalén). Desde que estábamos en Estados Unidos habíamos tenido la curiosidad de visitar Palestina y pues ya estando tan cerca porque no intentarlo. Una búsqueda en internet y un buen consejo de nuestros anfitriones en nuestro Airbnb nos indican que nuestra mejor opción es Abraham tours. Esta compañía ofrece un tour que dura aproximadamente 9 horas y que nos llevaría a las ciudades de Jericó, Belén, Ramala, y por último al tan famoso muro que divide Israel de Palestina.
Una hora desde Tel Aviv y después de pasar hace tan solo quince minutos Jerusalén ya el paisaje empieza ser diferente; seco y con un aspecto desértico los avisos indican que entramos a territorio Palestino. Así mismo, los avisos indican que vamos a una altura por debajo del nivel de mar de aproximadamente 300 metros, es en este punto también donde la temperatura llega a los 41 grados centígrados y donde ya nos estamos acercando a nuestra primera parada, el río Jordán. Este río, donde se dice fue bautizado Jesús desemboca a tan solo 9 kilómetros en el Mar Muerto (leer Blog del Mar Muerto). Y es aquí, en este sitio sagrado y limite con Jordania, donde también observamos que a pocos metros de un lado esta el ejercito de Jordania y del otro el ejercito israelí con cara de no muy buenos amigos. ¿perdón, pero este tour nos iba a llevar a Palestina, cierto? ¿Por qué estamos viendo soldados israelíes y no palestinos? – una pregunta para nuestro guía.
Resulta que el estado Palestino esta dividido en diferentes zonas denominadas A, B y C. La zona A es donde la autoridad Palestina tiene el control total sobre la seguridad y sobre asuntos civiles. Esto es tan solo el 19% del territorio Palestino y prácticamente son las ciudades principales y sus alrededores. La Zona B la autoridad Palestina tiene el control civil, pero allí Palestinos e israelíes comparten el control militar, esto es un 21% del territorio Palestino y lo comprenden ciudades pequeñas, pueblos y algunas tierras. La Zona C Israel tiene el control civil y militar, esto supone el 60% restante del territorio Palestino. Con esto en mente resulta que nuestra primera parada es parte de la Zona C, donde nos encontramos en Palestina, es a su vez es controlada por el ejercito israelí. ¿Y pueden llegar palestinos a una Zona C como la que estamos nosotros sin ningún problema? – La realidad es que tienen que pasar diferentes puntos de control que suponen muchas dificultades por tiempo y permisos que están bajo control de el ejercito Israelí, esto significa que no son libres en su propio territorio y que de hecho existen muchos palestinos que no conocen ciudades que están a menos de 10 kilómetros de distancia y palestinos que no ven a sus familiares y amigos hace muchos años consecuencia de una división implantada, la verdad es que por duro que suene parece que viven en cárceles gigantes, una realidad muy triste en pleno siglo XXI.
Después de esta parada seguimos a nuestro siguiente destino, la ciudad de Jericó y la cual nos recibe con la siguiente advertencia: “Este camino lleva a una Zona A bajo la supervisión de la autoridad Palestina. La entrada para ciudadanos de Israel es prohibida, peligrosa para sus vidas y va en contra de la ley israelí”. Un aviso muy particular en un punto de control israelí. Sí, estamos en una barricada controlada por el ejercito de Israel y es la entrada principal a la ciudad de Jericó en Palestina. Por aquí ningún ciudadano de Israel puede pasar, pero sobretodo y lo que más sorprende es que ningún Palestino puede salir de su ciudad libremente. En fin, Jericó es considerada la ciudad más antigua del mundo. Según diferentes hallazgos arqueológicos han identificado los edificios más antiguos como anteriores a 10.000 a.C. Este pequeño oasis es también el punto habitado más bajo de la tierra, -240 metros por debajo del nivel del mar. Es aquí mismo donde también se divisa el Monte de las Tentaciones, donde se dice Cristo ayunó y resistió las tentaciones del diablo por cuarenta días. Esta es una pequeña ciudad llena de historia que por su posicionamiento estratégico junto a la frontera de Jordania también ha sido testigo de múltiples guerras a lo largo de su existencia.
Ya son casi las 12 del medio día y seguimos rumbo a nuestra siguiente parada, la ciudad de Ramala. Son más o menos 40 minutos por una carretera en muy buenas condiciones y rodeada totalmente por montañas desérticas. Tenemos la duda de cuanto falta para llegar a nuestro destino, pero el famoso Google Maps para nuestra sorpresa no indica cual es la distancia o ruta entre estas dos ciudades (hagan ustedes mismos esta búsqueda). En la entrada a Ramala, observamos una vez mas la barricada del ejercito israelí con su respectiva advertencia que ya habíamos visto en Jericó, una vez mas estamos entrando en una Zona A. Ramala es la capital de facto de Palestina y sede provisional de gobierno. Aquí notamos un cambio con respecto a Jericó ya que se observan un poco mas de desarrollo y movimiento en las calles. Aquí son dos paradas, la primera en el Mausoleo de Arafat, donde yacen los restos del emblemático líder Yasser Arafat quien lidero por muchos anos el movimiento de liberación de Palestina y la construcción de un estado independiente. Es aquí donde por primera vez tenemos algún tipo de contacto con el ejercito Palestino ya que su tumba resulta ser custodiada las 24 horas del día por dos miembros del ejercito quien a su vez posan sonrientes a nuestro lado para la foto del recuerdo.
Después de esta corta parada seguimos hasta el Al Manara square (el Times Square Palestino según nuestro guía). Por aquí caminamos unos 20 minutos y observamos el movimiento del día a día. Mucha gente y distintos carros pasan por la plaza. Es fácil percibir que nos están observando y tímidamente se acercan a saludarnos y a darnos la bienvenida. ¿De donde son? ¿Les gusta nuestra tierra? Bienvenidos y por favor cuéntele al mundo que existimos y queremos que esto cambie nos dicen. Nosotros saludamos y ellos nos abrazan, nos ofrecen comida y hasta nos piden fotos, la verdad nos sentimos sus amigos en el primer contacto. Después de unos minutos en la plaza seguimos a un pequeño mercado y se repite la historia. Allí también comemos algunas frutas deliciosas y mas adelante probamos un exquisito croissant que el panadero observa nos comemos con alegría. Pensar que muchas de estas personas no ven a sus familias hace años y que tan solo están a pocos kilómetros de distancia, pero vaya fuerza, todavía nos reciben con un abrazo y una sonrisa de oreja a oreja.
Hora del almuerzo y seguimos a Belén. Nuestra parada es en la Iglesia de la Natividad, aquí se dice nació Jesús y es uno de los templos cristianos en uso mas antiguo. Ubicada en el centro también es un punto para tener contacto con los ciudadanos Palestinos que a su vez siguen siendo amigables y conversadores. Es aquí en esta ciudad donde nos espera un delicioso almuerzo que acompañado de Shisha (hookah) y cerveza palestina resulta ser inolvidable. Una charla corta con algunos habitantes Palestinos que reiteran una vez más su deseo del fin al conflicto y que todo mejore pronto para ellos y su familia. – El tema del conflicto y la política es inevitable en estas tierras.
Última parada y tal vez la mas impactante en medio de este conflicto. Después del almuerzo y a tan solo 10 minutos empezamos a observar un triste muro que divide estas tierras. Israel comenzó su construcción en 2002 y tiene proyectado una longitud total de mas de 700km para separar Israel de Palestina. Entre 8 y 10 metros de alto, este muro representa el sufrimiento de los palestinos y a su vez tal vez la falta de voluntad de dialogo de las autoridades israelíes. Son varios metros los que caminamos por este muro y donde claramente las voces de protesta están representadas por múltiples y famosos grafitis (por ejemplo, Banksy) pidiendo libertad y el fin de un conflicto donde los mas vulnerables son las verdaderas victimas.
Un día que quedara marcado en nuestras memorias por siempre. Acabábamos de presenciar en carne propia como es la vida en una cárcel al aire libre. Sí, eso pensamos de nuestra visita y aunque suene duro esta es la triste realidad que se siente después de visitar Palestina. Tal vez usted este de acuerdo o tal vez no, pero nosotros vinimos y vimos en carne propia que no son todos terroristas y sobretodo que no son todos malos. Lo que vimos fueron niños, madres, jóvenes y familias en las calles llenos de esperanza. Familias que no se han podido reunir en años por leyes incoherentes y en contra de la libertad. Nos vamos un poco impactados, tristes y con el mensaje de nuestro guía Palestino para el mundo y que nos dijo muy claramente compartiéramos con todos:
“Sean felices, respeten las diferencias y disfruten cada momento de la vida porque la vida es corta. Por mas difícil que sea su situación agradezca por estar vivo y ponga siempre su mejor cara. En este mundo siempre tiene que haber esperanza y nunca dejes que nadie te la quite”. – Don Tamer.
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